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Seis meses después, COVID impone mucha presión en ONGs en Longmont

Un nivel de necesidad nunca antes visto y recursos que cada vez son más escasos dejan una marca en la ciudad a medida en que el coronavirus instituye una nueva normalidad
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Voluntarios organizan y empacan comida para despensas en la iglesia Presbiteriana Westview el martes. (Foto por Matt Maenpaa)

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Seis meses de la pandemia de COVID-19 han impactado seriamente a los miembros más vulnerables de Longmont así como a las agencias diseñadas para proveer la red de seguridad que los mantiene a flote.

Cerca de 540,000 de Coloradenses han perdido sus trabajos desde que se emitió la orden de quedarse en casa en marzo, inflando la tasa de desempleo y llevando a un número inaudito de miembros de la comunidad a la puerta de bancos de comida y albergues para indigentes.

COVID-19 está afectando de manera inédita a las organizaciones sin fines de lucro.

Un estudio por Candid estima que la pandemia podría llevar a cerrar a miles de ONGs a través del país. Y de acuerdo al centro para el estudio de la sociedad civil de John Hopkins, se proyectó que hasta 1.6 millones de empleados de organizaciones sin fines de lucro podrían perder su trabajo entre marzo y mayo de este año.

Alimentando al hambriento

Bancos de comida en el área dicen que han distribuido una cantidad de comida inédita para alimentar a familias, individuos y escuelas que han sido impactados por el virus, lo cual ha exprimido sus recursos y los ha obligado a hacer cambios para poder aguantar los desafíos de la pandemia.

“Se ha creado tensión en cada elemento de nuestra organización y todo pasó prácticamente de la noche a la mañana”, dijo Julia McGee, portavoz de Community Food Share, un banco de comida que brinda alimentos a más de 40 organizaciones y grupos en los condados de Boulder y Broomfield. Las organizaciones OUR Center y The Inn Between en Longmont son dos de las muchas instituciones asociadas con Community Food Share.

El año pasado, Community Food Share proporcionó suficientes alimentos como para hacer 5.6 millones platos de comida. Desde que la pandemia empezó en Marzo, la agencia ha comprado tres veces y media más de comida a comparación del mismo periodo de tiempo en el año 2019, de acuerdo al sitio web de la agencia.

Más de 1.2 millones de libras de comida fueron distribuidas solo en el mes de abril, un récord histórico en los 39 años de Community Food Share, dijo McGee. El distrito escolar de Boulder Valley obtuvo 454,000 libras de productos frescos para la distribución de alimentos de emergencia en el distrito.

Por lo menos otra docena de agencias están recibiendo ayuda de Community Food Share, anticipando que la demanda de comida no disminuya pronto.

“Esta es nuestra realidad a largo plazo'', dijo McGee. “... Anticipamos que el periodo de recuperación dure mucho más tiempo de lo que el virus ha durado.”

La agencia normalmente depende de un ejército de voluntarios para empacar y entregar la comida. Pero el número de voluntarios ha disminuido ya que muchos son mayores de edad y se han quedado en casa para no contraer el virus, dijo McGee.

“Dependemos de voluntarios ya que ellos hacen aproximadamente el 40% de nuestra labor”, ella dijo. “De la noche a la mañana perdimos el 65% de los voluntarios que nos estaban ayudando.”

Para compensar esta pérdida, Community Food Share ha simplificado sus operaciones incluyendo cambiar su bodega de almacenamiento a un modelo de autoservicio, dijo McGee.

“Hemos aprendido a hacer ajustes para asegurarnos de que estamos disponibles para la comunidad”, ella dijo.

 

20220_09_26_LL_westview_pres_round_pantry_spanish2Una fila de carros afuera de la iglesia Presbiteriana Westview esperan por la distribución de comida el martes. (Foto por Matt Maenpaa)

 

La iglesia presbiteriana Westview en Longmont, un organismo asociado con Community Food Share, dio alimentos a 375 familias el martes pasado durante su evento de distribución, número récord para este día en los 10 años que la iglesia ha llevado a cabo su programa de despensas, dijeron oficiales de la iglesia.

El miércoles y jueves, el programa de despensas entregó más de 400 paquetes de comida a trabajadores esenciales, vecinos de alto riesgo, albergues y a otros individuos sin los medios para ir a la distribución de despensas que se lleva a cabo dos veces al mes, de acuerdo a la iglesia.

Atendiendo las necesidades básicas

Mucha gente repentinamente se quedó sin recursos o formas de encontrar ayuda al quedarse sin sueldo ni empleo cuando se declaró el estado de pandemia el 25 de marzo, dijo Joseph Zanovich, director ejecutivo de HOPE, una organización que provee comida y albergue a la gente indigente en Longmont.

“Desde el cierre de oficinas y locales, fue muy difícil atender las necesidades básicas de la gente. Sin gimnasios, centros de recreación, ni restaurantes, y con acceso limitado a internet, regaderas y baños”, dijo Zanovitch en un correo electrónico. “Hemos expandido los servicios lo más rápido que podemos.”

Desde abril, HOPE ha dado en promedio 400 almuerzos al mes a aquellos que llegan a la oficina central de la organización por comida. Esto comparado a un promedio de 150 almuerzos antes de la pandemia en el mes de enero, dijo Zanovitch.

HOPE dió ayuda a 700 personas el año pasado y este año la organización probablemente de servicios a por lo menos 1,000 personas, dijo Zanovitch.

 

2020_09_26_LL_HOPE_warehouse_spanishVoluntario Chris acomoda suministros de comida para voluntarios que desean preparar comida para clientes de HOPE. (Foto por Macie May)

 

Las medidas que HOPE ha tomado para expandir sus servicios durante la pandemia incluyen la adición de un albergue de día, el cual provee comida y regaderas, acceso a internet y otro tipo de asistencia, como la preparación de impuestos. En junio, HOPE lanzó su programa SafeLot que permite a aquellos viviendo en sus carros estacionarse frente a sus instalaciones durante la noche, recibir comida y tener acceso a internet, además de brindar un sentimiento de comunidad. Hay ocho espacios de estacionamiento disponibles en SafeLot.

Otros programas de HOPE incluyen ayudar a encontrar refugio donde la gente indigente pueda para pasar la noche en colaboración con iglesias locales, servicios de navegación por medio del programa de Entrada Coordinada del Condado de Boulder, un programa de distribución de bicicletas y una bodega donde las personas, indigentes o no, pueden recoger artículos esenciales como ropa y de higiene personal.

HOPE ha contado con la ayuda de donantes para mantener sus servicios andando durante la pandemia, dijo Zanovitch.

“Hemos podido recaudar fondos para mantener nuestro albergue de día en pie hasta el final del año y continuamos recibiendo muchas donaciones para poder ayudar a nuestros clientes'', dijo Zanovitch. “Nuestra necesidad más grande actualmente es un nuevo espacio de operaciones. Necesitamos instalaciones más grandes para poder satisfacer la demanda de nuestros servicios.”

‘Vivienda es cuidado a la salud’

El 18 de septiembre, el gobernador Jared Polis visitó el complejo habitacional que administra la organización The Inn Between en Longmont, la cual recibió $25,000 dólares del estado por medio del fondo de alivio rápido de COVID, establecido para ayudar a ONGs a que continúen dando apoyo a familias de bajos recursos.

El fondo proporcionó a The Inn Between — la cual provee vivienda transicional y permanente a adultos y familias de bajos recursos o con discapacidades — $16,100 dólares para cubrir el costo de renta y utilidades de 19 hogares únicos, dijo Tim Rakow, el director ejecutivo de la organización.

Este fondo también cubrió el costo del servicio de limpieza de seis instalaciones de Inn Between y $8,000 dólares se destinarán a pagar a un maestro de medio tiempo que ofrecerá tutorías individuales a niños desde kindergarten hasta el octavo grado, dijo Rakow.

 

2020_09_26_LL_singer_our_center_spanishEl representante estatal Jonathan Singer y su hija, Gwendolyn, durante una gira con el gobernador Jared Polis en el complejo habitacional de Inn Between el 18 de septiembre. (Foto por Monte Whaley)

 

“Esto va a ayudar a muchos de nuestros residentes a salir a flote'', él dijo.

Durante su visita, Polis dijo que estabilizar viviendas en los tiempos de COVID-19 es esencial para familias que enfrentan problemas económicos. “Esta es una manera de ayudar a familias a mantenerse en pie, especialmente ahora”, dijo Polis.

Por lo menos un 72% de aquellos viviendo en una de las 88 unidades de Inn Between perdieron sus ingresos de manera parcial o completamente durante los primeros meses de COVID-19, dijo Rakow. En todas las unidades viven padres, madres, hermanos o hermanas que trabajaban en la industria del servicio — servicios de alimentos, limpieza, minorista, choferes de autobuses, preescolares y cuidado de niños, construcción y cuidado de adultos mayores, dijo Rakow.

Pocos de ellos califican para beneficios de desempleo debido a que tienen un historial de empleo inestable o dado que regresaron a la fuerza laboral recientemente, él dijo.

“Si se quedan sin empleo, no pueden pagar la renta y existen otros factores que descarrilan sus esfuerzos para poder alcanzar vivienda estable a largo plazo'', dijo Rakow en un comunicado.

Los solicitantes, los cuales muchas veces son indigentes, deben indicar una clara necesidad financiera y también tener disposición de trabajar y de adquirir aptitudes laborales para mantener un empleo estable que les permita adquirir vivienda permanente, dijeron oficiales de Inn Between.

El representante estatal Jonathan Singer acompañó a Polis en su gira este mes e interrogó a oficiales de Inn Between acerca de lo que necesitan para continuar su labor de proveer vivienda de bajo costo. Singer dijo a oficiales de la organización que los fondos serán especialmente escasos este año debido a COVID-19.

“Pero tenemos que hacer algo por la gente que necesita vivienda”, dijo Singer. “En mi opinión la vivienda es una forma de cuidado a la salud.”

Culpa y miedo

Oficiales de organizaciones sin fines de lucro dicen que muchas víctimas de COVID-19 están llenas de culpa y miedo, incluyendo Keri, quien temía perder su casa cuando la escuela para la que trabajaba cerró debido a COVID-19. Keri — una empleada contractual del distrito escolar de St. Vrain Valley — anduvo por todo Main Street este verano, repartiendo su currículo buscando trabajo para complementar su empleo de medio tiempo como encargada en una gasolinera.

Keri, quien pidió que su nombre real no se usará, buscaba cualquier trabajo que le pudiera ayudar a pagar su hipoteca, y no lo encontró.

“Estaba dispuesta a hacer prácticamente lo que fuera. Trabajé con mi papá como jardinera cuando tenía 12 años, entonces sé cómo hacer eso. Pero nadie me contrató.

“Por primera vez en mi vida me siento completamente desamparada”, ella dijo, con lágrimas en los ojos. “Se supone que yo debo de ayudar a la gente. Siempre he sido yo la que ayuda a los demás. Pero esta vez, era yo la que necesitaba la ayuda.”

Sus clientes de la gasolinera la convencieron de ir a OUR Center en Longmont y los empleados de esa organización le pudieron dar asistencia de emergencia para poder pagar su hipoteca.

“Eran completos extraños, y ahí estaban, ayudándome”, ella dijo. “No lo podía creer.”

“Cuando la gente necesita ayuda, hay aquellos que toman la iniciativa.”

Cada individuo que ha pedido ayuda a OUR Center en Longmont desde Marzo, cuando el virus se declaró una emergencia de salud pública, ha visto sus vidas destrozadas por COVID-19, dijo el director ejecutivo Marc Cowell.

Muchos necesitan ayuda con la renta, el pago de la hipoteca o comida para sus familias, dijo Cowell. Otros necesitan a alguien que los aconseje durante momentos de crisis.

“Asistimos a individuos y familias que han perdido sus trabajos y siguen suspendidos sin trabajar, o que no han podido regresar al trabajo porque tienen a sus hijos en casa'', dijo Cowell en un correo electrónico. “Es muy evidente que hay estrés debido a la incertidumbre que se vive y eso es agotador para muchos individuos y familias en nuestra comunidad.”

Todos los programas de OUR Center están operando a más del 350% de su capacidad desde el inicio de la pandemia, dijo Cowell. Del 16 de marzo al 11 de septiembre, la organización OUR Center ha proporcionado 19,381 platos de comida y 8,628 cajas de alimentos, resultando en un total de 565,430 libras de comida, dijo Cowell.

La organización también ha proporcionado $506,232 de dólares en vales para la asistencia con la renta y las utilidades, él dijo.

OUR Center también ha colaborado con otras organizaciones como Spark the Change y Mental Health Partners, las cuales refieren a individuos y familias que necesitan apoyo para la salud mental, dijo Cowell.

“Tratamos de apoyar a nuestros clientes de todas las maneras posibles, y estamos agradecidos por toda la ayuda que recibimos de nuestros colaboradores en la comunidad'', él dijo.

 

20220_09_26_LL_westview_pres_round_pantry_spanish3Artículos del banco de comida Community Food Share listos para ser ordenados y empacados para la distribución de despensas de la iglesia Presbiteriana Westview el martes. (Foto por Matt Maenpaa)