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COMUNICADO DE PRENSA
CÁMARA DE COMERCIO LATINA
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En Solidaridad
La Cámara de Comercio Latina del Condado de Boulder lamenta y condena el asesinato de George Floyd a manos del Departamento de Policía de Minneapolis; También apoya las protestas pacíficas del movimiento Black Lives Matter resultantes de este crimen atroz.
Nos indignan las injusticias de la discriminación, el racismo, y las disparidades en la policía en todos los niveles del gobierno. Desde Rodney King en 1992, los nombres han cambiado, ¡pero el color no! Desde Ruben Salazar en 1970, los nombres han cambiado, ¡pero el color no ha cambiado! Pero lo que es más desalentador es que, al tiempo que ofrecemos promesas y mensajes sobre el tema de la violencia por parte de la policía, nuestros líderes políticos, empresariales y educativos no están abordando las raíces de las causas estructurales, sistémicas y profundas, ni entienden el corazón de lo que está sucediendo en las calles de Estados Unidos.
Las estructuras de poder locales, incluyendo los responsables de las políticas empresariales y educativas, y los gobiernos municipales, son controlados por los blancos, quienes, en su mayor parte, tienen poca comprensión o preocupación por las necesidades de las comunidades de color del condado de Boulder y el nivel de pobreza.
La Cámara Latina tiene una visión de un futuro mejor para estas comunidades, pero esa visión experimenta erosión cuando la pobreza, el desempleo, la discriminación, la desigualdad, y la violencia policiaca es desenfrenada y constante. La ausencia de decisiones políticas para mitigar estas condiciones, incluso considerando los efectos del COVID-19, contribuye a un sentimiento de desesperanza, junto con el desempleo y la pobreza, el potencial de escolarización inadecuada para los niños pobres y los niños de color una vez que se reabran las escuelas, y una continuación de la mala red de servicios sociales como se ha experimentado durante el apogeo de la pandemia del coronavirus.
Las ciudades de Boulder y Longmont tienen la oportunidad de desmantelar y reconstruir sus departamentos de policía en sus respectivas comunidades. No es un secreto lo que hay que hacer. Los departamentos de policía deben cambiarse por completo. Los esfuerzos de reforma incrementales son solo ilusiones de solucionar el problema. Confiamos en que los buenos líderes en Boulder y Longmont, aquellos con el poder y el privilegio, actuarán para hacer los cambios necesarios que logren que las disparidades desaparezcan para siempre.
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